03 Diciembre, 2021
El Directorio Nacional de ANFINE les saluda fraternalmente y se dirige a ustedes en el contexto político actual en el que nos vemos envueltos como país, ciudadanos y ciudadanas, trabajadores y trabajadoras y particularmente como parte del servicio público.
El escenario actual no es un escenario común, no presenciamos la asistencia de una elección cualquiera, así como tampoco vivimos resultados electorales que grafiquen la mera continuidad del modelo. Desde hace ya mucho tiempo asistimos a la crisis del poder, una que llevó a movilizarse incluso a aquellos más reticentes a las manifestaciones; la misma crisis que dio a luz un estallido social como no se veía desde la primera mitad del siglo XX y que hoy exige coherencia en el relato social de nuestro pueblo a través de las urnas.
Hoy seguimos vivenciando una crisis de poder que redunda en el atrincheramiento ideológico de la clase dominante; pues esto es una cuestión de clase, por eso nuestro llamado como trabajadores y trabajadoras. ¿A qué llamamos? Llamamos a la organización local/territorial, llamamos a tomar decidida posición y determinar la dirección de los peldaños que conducirán el devenir de los trabajadores y trabajadoras de Chile, y dentro de ellos, de los trabajadores y trabajadoras del Estado.
Aquí no se trata de proselitismos políticos, se trata de leer la coyuntura que enfrentamos y las largas consecuencias de nuestras más inmediatas acciones. Los trabajadores y trabajadoras de Chile hemos visto meterse por la ventana, tras los resultados de las últimas elecciones, la posibilidad de profundizar y rescatar el modelo de miseria que nos mantiene con pensiones de hambre, que nos obliga a pagar los pasajes de transporte público más caros del mundo, que define la calidad y oportunidad de tus atenciones médicas en conformidad a tu capacidad de deuda o ingresos salariales.
Desde el mundo de los trabajadores y trabajadoras de servicios públicos, asistimos a una coyuntura electoral en la que se juega la idea de “reducir al máximo el Estado” y, so pretexto de hacer “más eficiente la gestión de los servicios públicos”, reducir las plazas laborales en –a lo menos- 30.000 empleos inicialmente.
Como trabajadores y trabajadoras debemos atender y dimensionar los alcances de las próximas elecciones, no subsumirnos en la desidia del descontento, en la consigna del “mal menor”. Hoy convocamos a tomar posiciones para defender los puestos de trabajo, para evitar los retrocesos cualitativos de una sociedad que requiere los más profundos cambios en aras del desarrollo justo y saludable de todos y todas como sociedad, con el más irrestricto respeto a las diversidades. Hoy debemos repudiar –sin vacilaciones, sin medias tintas- a cualquier sector que relativice los horrores, jurídicamente reconocidos como tales, vividos por nuestro pueblo y nuestra clase.
Llamamos a no caer en el juego de la discusión moralista, de la pugna de valores; pues estos deben construirse al alero de “contratos sociales” saludables. No podemos discutir desde la religión, llamamos a tomar posiciones para las próximas elecciones, siempre atendiendo los alcances y las consecuencias de los programas que se proponen: continuidad de los puestos de trabajo, pensiones y protección social, entre tantas otras aristas de análisis.
SOLO LA UNIDAD DE LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS CONSTRUIRÁ EL MEJOR FUTURO
Con los trabajadores y trabajadoras, todo; sin los trabajadores y trabajadoras, ¡¡¡Nada!!!
DIRECTORIO NACIONAL DE ANFINE
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